Ya estamos casi todas las Culpables de Perú en ese barco llamado vacaciones escolares de verano. Y antes de que el estrés combinado de enanos en casa y preparativos navideños termine de destruir tu paciencia, respira hondo: Nosotros estamos sobreviviendo a estos primeros días con la genial idea de construir casitas de jengibre. Mónica y Carla probaron y aquí nos cuentan sus experiencias:
Anarella Gourmet
He logrado darme tiempo para pasar con las critters chicas la primera tarde de vacaciones. Y mientras me cuentan sobre la última jornada de clases, yo comienzo a imaginar que ¡Ufff!, dejaré de levantarme a las 6 de la mañana pero las tendré más tiempo en casa (#HelpMePlease). Entonces tocan la puerta y me entregan una linda cajita de Anarella Gourmet. La fascinación fue instantánea.
Galletas, gomitas, lentejas de chocolate, bolitas de yogurt, marshmelows y una manga llena de glaseado. Una explosión de colores y texturas junto a instrucciones para armar una casita de jengibre. Los ojos de mis hijas brillaban: parecía que estaban frente a un cofre de tesoros. Y al minuto ya querían armar todo. Roxana, la chica que me ayuda y yo observamos la escena y supervisamos. La maravillosa aventura familiar duró más que la pobre casita de jengibre, que terminó inevitablemente devorada por el par de mini pacman que tengo en casa. Pero igual nos divertimos a rabiar, ¡pajísima!
CookiesBugs
Cuando llegan regalos a casa generalmente son para mi pero cuando llegan regalitos pensados en mis hijos se arma el alboroto. Los amigos de CookiesBugs me dejaron un pack completo para armar una casita de jengibre que trae todo: Galletas, gomitas, glasé, lentejas y estrellitas para la decoración. Todo bien embolsado y medido. ¡Que paja! lo tuve guardado unos días esperando el momento oportuno y entonces llegaron las VACACIONES del cole, es ahora o nunca antes que me destruyan la decoración navideña. ¡Armemos la casita de jengibre!
Abril y yo la hicimos juntas, embarramos todo, nos comimos la mitad de la decoración, la casa sufrió 2 terremotos pero al final de todo lo conseguimos y la pasamos súper. La casita quedó hermosa para la foto y duró eso nada más porque a los 10 minutos ya le faltaba el techo, ese fue Bastian y sus terribles 2 años que hicieron lo propio. Igual es una experiencia altamente recomendable y que sin duda pienso repetir pero esta vez guardaré la casa (en un lugar muy alto de la cocina) hasta noche buena #muajaja
Les dejo fotito del proceso:
La experiencia, en ambos casos, lo tiene todo: tema navideño, experiencia conjunta con una meta específica, color, dulce, dulce, ¡dulce! #Ñam #Oink y tiempo, mucho tiempo que se aprovecha en familia, menos tele y más aventura. Recomendable al 100%
¡Gracias Anarella Gourmet y CookiesBugs !